abril 23, 2009

EL ANZUELO DE ESPINA

La diversidad, valor incaculable tanto para el multiculturalismo postmoderno como para el capitalismo globalizado, tiene en palabras del filósofo esloveno Slavoj Zizek una peculiar característica en los gobiernos progresistas, que consiste en aceptar y promover la esfera de las luchas culturales ecológicas, feministas, gays, étnicas, nacionales, religiosas o multiculturalistas como el centro de la política emancipatoria y relegar a la esfera económica a un segundo plano o al silencio. De esta forma, todo el espectro de los derechos humanos se torna en un debate de las diferencias tolerantes, despolitizando el debate y por ende negando cualquier posibilidad de una política sustantiva de reivindicación social. De esta forma, con enorme desconcierto recibo de parte de un hermano mapuche la invitación que les adjunto, convocada por el Centro de Estudios de Derechos Humanos de la Universidad Central "donde participarán importantes exponentes, como también el abogado asesor político del señor Senador Alberto Espina principal impulsor de la reforma para el reconocimiento constitucional de los pueblos Indígenas".

Cabe recordar en este sentido, que el señor Alberto Espina supuesto "impulsor de la reforma para el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas", es a su vez impulsor de La Oficina de Fiscalización contra el delito (FIDEC) que desde el año 2002 recopila información de la llamada "guerrilla virtual" con el fin de indagar información respecto de supuestos nexos terroristas del mundo mapuche, dando material de prueba para la persecución y encarcelamiento de los principales agentes del movimiento social indígena, amparado en la Ley Anti Terrorista del General Augusto Pinochet y recrudecida en democracia gracias a la puesta en marcha de la reforma procesal penal y los montajes judiciales contra los hoy presos políticos mapuches.

De esta forma la invitación está dirigida a las organizaciones indígenas, muchas de las cuáles no tienen acceso a las diversas fuentes de información, y bajo la formula de una reunión informativa relativa a los "derechos humanos" se convoca como especialista y promotor de estos, ni más ni menos que al asesor jurídico de Alberto Espina, cazador de indígenas y principal responsable de la criminalización del pueblo mapuche, ocultando completamente el debate de fondo, barnizado por el infructuoso discurso sobre el reconocimiento, que aglutina a la demanda cultural normalizada desde la simbólica promulgación de la Ley Indígena.